Desde Cuba .

	El Che se asomó para todos, pero sólo Korda lo vio Sólo medio minuto estuvo el Che ante en el lente inquieto de Alberto Korda aquella fría tarde del 5 de octubre de 1960, pero ese breve tiempo fue suficiente. El fotógrafo cubría para el desaparecido diario Revolución la despedida de duelo de las víctimas del sabotaje al barco francés La Coubre, volado el día antes, en una operación de la CIA, en pleno puerto de La Habana donde dejó 75 muertos y unos 200 heridos. Fidel había convocado al pueblo para la esquina de 23 y 12, donde por primera vez lanzaría la emblemática consigna de "Patria o muerte", y entre la muchedumbre, Korda movía con atención su vieja Leika que tenía a la tribuna como blanco. Korda observaba en la tribuna a Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir cuando el Che, que estaba en un segundo plano, avanzó hasta la primera fila para mirar a la multitud concentrada en la céntrica esquina. "El Che se había mantenido en un segundo plano. Se acerca a mirar el río de gente. Lo tengo en el objetivo, tiro uno y luego otro negativo, y en ese momento el Che se retira. Todo ocurrió en medio minuto", rememoró años después el fotógrafo cuyas instantáneas no fueron publicadas entonces por Revolución. Siete años después, en el verano de 1967, el editor italiano Giangiacomo Feltrinelli visitó a Korda buscando fotos del Che y el fotógrafo le regaló dos copias de la imagen captada en el multitudinario sepelio. En octubre de ese año el Che cayó en combate y Feltrinelli imprimió un millón de ejemplares de la foto, que de inmediato se colocó a la cabeza de la iconografía revolucionaria mundial contemporánea. Medio siglo más tarde, el realizador Roberto Chile ha reunido a un grupo de 33 artistas cubanos de la plástica para recrear aquella imagen y ha conformado la exposición Profecía, que se exhibe durante todo este mes en la Galería de arte 23 y 12, a unos metros del mismo sitio donde el fotógrafo cubano más notable del siglo XX inmortalizó la imagen del legendario guerrillero. "La idea surge a partir del amor tremendo por el Che y de una veneración especial por esa imagen que muestra un rostro hierático con una mirada que impacta por la fortaleza y decisión que transmite", dice Chile en un aparte con Cubahora. El conocido realizador señala que las obras son de diferentes escuelas, estilos y formatos, realizadas por artistas consagrados, como Roberto Fabelo, Alexis Leyva "Kcho", Ernesto Rancaño y José Fuster, y otros más noveles, como Maykel Herrera, Verónica Guerra, Reynier Ferrer o Francisco Fernández Coppola. "Ya algunos de los artistas participantes están proponiendo hacer otra exposición cuyo tema sean los pensamientos y la proyección humana y revolucionaria del Che", revela Chile, quien atesora una vasta obra audiovisual y periodística. Chile es un hombre inquieto que ya está pensando en cómo mover la exposición por toda la isla y tal vez por otros países como Argentina, tierra natal del Che, pero esa incesante actividad no le quita el tiempo para meditar sobre aquel momento fugaz que de manera singular puso en la inmortalidad al modelo y al artista. "El Che se asomó para todos, pero sólo Korda lo vio. Korda vio lo que nadie. Korda vio el rostro del futuro", dice Chile con una tierna certeza, mientras pasa la vista por las 33 obras expuestas en una exposición llamada Profecía, pero que bien hubiera podido nombrarse El rostro del futuro.