RÍO DE JANEIRO | Domingo 28 de noviembre de 2010 AP |
La policía de Río de Janeiro comenzó el domingo a invadir entre fuertes tiroteos los callejones angostos de un complejo de favelas que durante largo tiempo fue un reducto para los narcotraficantes.
Policías de las unidades de élite, vestidos de negro, comenzaron a entrar al Complexo do Alemao y las imágenes de televisión mostraban a helicópteros que volaban bajo para brindarles apoyo, mientras cientos de pandilleros intentaban defender sus posiciones.
Policías de las unidades de élite, vestidos de negro, comenzaron a entrar al Complexo do Alemao y las imágenes de televisión mostraban a helicópteros que volaban bajo para brindarles apoyo, mientras cientos de pandilleros intentaban defender sus posiciones
El enfrentamiento llega tras una semana de violencia generalizada en que al menos 35 personas murieron, la mayoría presuntos narcotraficantes, y más de 100 automóviles y autobuses fueron incendiados.
Cientos de soldados en vehículos blindados también estaban listos para entrar en acción en una operación que es considerada clave en la campaña para expulsar a los criminales de las barriadas pobres, las que desde hace tiempo controlan con impunidad.
La ciudad había vivido una noche de relativa calma, durante la cual se escuchó sólo una ráfaga de disparos en Alemao, donde policías y soldados mantenían sitiados desde el viernes a cientos de pandilleros.
Durante una semana de violencia generalizada, las autoridades tomaron una favela, la Vila do Cruzeiro, que se llegó a considerar impenetrable para las fuerzas del orden. Más de 200 pandilleros armados huyeron del avance de los efectivos del gobierno y se refugiaron en el Complexo do Alemao, un conjunto de doce barrios pobres donde viven unas 85 mil personas y que hace largo tiempo es un reducto del narcotráfico. Los soldados y policías los persiguieron hasta allí.
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