Entre las víctimas hay cinco menores de edad y una familia completa.
Una explosión de un ducto de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), aparentemente provocada por robo de combustible, dejó 22 muertos y varios heridos este domingo en la comunidad de San Martín Texmelucan (centro), informó el gobierno del estado mexicano de Puebla.La explosión "dejó 22 personas calcinadas, 32 casas dañadas, 12 heridos, de ellos dos graves", dijo a la prensa Valentín Meneses, secretario de Gobernación del estado mexicano de Puebla.
Meneses explicó que la explosión, ocurrida alrededor de las 05:30 a.m. hora local (11h30 GMT), aparentemente se debió al robo de combustible y aseguró que los cuerpos de emergencia han conseguido controlar el siniestro.
Entre las víctimas se cuentan cinco menores de edad y una familia completa que fue sorprendida por la expolsión cuando dormían en su vivienda, añadió el funcionario.
"Lamentablemente en una casa, un matrimonio con hijos resultaron calcinados", dijo Meneses.
Cientos de personas fueron desalojadas de sus hogares para ser trasladadas a albergues mientras se combate el incendio de combustible, que se teme se haya derramado en el río Atoyac, cercano a Texmelucan.
Televisoras locales transmitieron imágenes de una inmensa nube de humo negro que se extiende decenas de kilómetros y que llega hasta la ciudad de Puebla, capital de estado del mismo nombre y que se localiza a 32 km de distancia.
Según testimonios de pobladores, en la comunidad donde ocurrió la explosión, localizada unos 100 km al este de Ciudad de México, actúan bandas criminales que perforan los ductos para luego vender combustible a conductores de camiones que pasan por las carreteras cercanas.
Autoridades de protección civil explicaron de su lado que la explosión dejó casas con vidrios rotos y una veintena de autos calcinados en un radio de tres km.
Los cuerpos de rescate, bomberos y elementos del Ejército mexicano fueron desplegados en la zona para atender la emergencia.
Expertos de la paraestatal Pemex también llegaron al lugar para determinar las causas de la explosión, si bien los primeros indicios apuntan que fue desatado por la performación de un ducto resultado del robo de combustible.
Según las autoridades, en los últimos años se ha multiplicado el robo de combustible de los ductos de la petrolera, llegándose a detectar en promedio una toma clandestina cada tres días.
Las pérdidas por la "ordeña clandestina", como se conoce en México a esta actividad delictiva, se estiman en al menos 10.000 millones de pesos (unos 800 millones de dólares) anuales.
Esta es la explosión más grave que ha sacudido instalaciones de Pemex en 2010. En septiembre pasado, un incendio en la refinería de Pemex en Cadereyta (noroeste) dejó un saldo de dos trabajadores muertos.
MÉXICO D.F.
AFP
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