Decenas de miles de personas llevan cinco días de choques con la policía.
Foto: AP
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El presidente egipcio Hosni Mubarak designó por primera vez en sus 30 años de gobierno a un vicepresidente, su jefe de inteligencia y hombre de confianza Omar Suleiman, informó la televisión estatal, en un evidente primer paso hacia el nombramiento de un sucesor.
En los últimos tiempos, se advertía que Mubarak preparaba a su hijo Gamal para sucederlo, posiblemente en las elecciones previstas para este año. Sin embargo, había una fuerte oposición a una sucesión dinástica.
La designación de Suleiman, de 74 años, sería la respuesta a uno de los interrogantes políticos más importantes cuando el país es sacudido por un desafío popular sin precedentes al régimen de Mubarak: ¿quién sucederá al presidente de 82 años?
Otra pregunta es si la designación calmará las caóticas protestas en ciudades de todo el país, que han dejado al menos 45 muertos. En El Cairo, había graves saqueos el sábado y la anarquía se extendía. Los vecinos de barrios adinerados cubrían las ventanas con planchas de madera para protegerse de las pandillas que vagaban por las calles armadas con cuchillos y palos.
Las decenas de miles de personas que llevan cinco días de choques con la policía se muestran unidas en una meta: la salida del poder de Mubarak y su familia. La revuelta popular es el resultado de años de frustración por un gobierno considerado corrupto, represor y nada interesado en aliviar la extrema pobreza.
Mubarak intentó calmar las protestas el sábado al despedir a todo su gabinete y prometer reformas, pero esto no satisfizo a los manifestantes que volvieron a tomar las calles a exigir un cambio total del régimen.
Al igual que Mubarak, Suleiman fue oficial militar. Los cuatro presidentes que ha tenido Egipto desde la caída de la monarquía hace casi 60 años provinieron de las fuerzas armadas.
Suleiman ha estado a cargo de algunos de los asuntos más delicados de la política exterior egipcia, como el proceso de paz israelí-palestino y las divisiones entre los palestinos. Además, es considerado una figura clave del régimen, lo que probablemente signifique que los disidentes lo rechacen.
Mubarak también nombró primer ministro a Ahmed Shafiq, hasta ahora ministro de aviación civil y al igual que él, un ex oficial de la fuerza aérea.
En los últimos tiempos, se advertía que Mubarak preparaba a su hijo Gamal para sucederlo, posiblemente en las elecciones previstas para este año. Sin embargo, había una fuerte oposición a una sucesión dinástica.
La designación de Suleiman, de 74 años, sería la respuesta a uno de los interrogantes políticos más importantes cuando el país es sacudido por un desafío popular sin precedentes al régimen de Mubarak: ¿quién sucederá al presidente de 82 años?
Otra pregunta es si la designación calmará las caóticas protestas en ciudades de todo el país, que han dejado al menos 45 muertos. En El Cairo, había graves saqueos el sábado y la anarquía se extendía. Los vecinos de barrios adinerados cubrían las ventanas con planchas de madera para protegerse de las pandillas que vagaban por las calles armadas con cuchillos y palos.
Las decenas de miles de personas que llevan cinco días de choques con la policía se muestran unidas en una meta: la salida del poder de Mubarak y su familia. La revuelta popular es el resultado de años de frustración por un gobierno considerado corrupto, represor y nada interesado en aliviar la extrema pobreza.
Mubarak intentó calmar las protestas el sábado al despedir a todo su gabinete y prometer reformas, pero esto no satisfizo a los manifestantes que volvieron a tomar las calles a exigir un cambio total del régimen.
Al igual que Mubarak, Suleiman fue oficial militar. Los cuatro presidentes que ha tenido Egipto desde la caída de la monarquía hace casi 60 años provinieron de las fuerzas armadas.
Suleiman ha estado a cargo de algunos de los asuntos más delicados de la política exterior egipcia, como el proceso de paz israelí-palestino y las divisiones entre los palestinos. Además, es considerado una figura clave del régimen, lo que probablemente signifique que los disidentes lo rechacen.
Mubarak también nombró primer ministro a Ahmed Shafiq, hasta ahora ministro de aviación civil y al igual que él, un ex oficial de la fuerza aérea.
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