Los tanques custodiaban el sábado los principales edificios gubernamentales en la capital de Egitpo y la plaza principal cairota al volver los manifestantes a ocupar las calles para exigir la renuncia del presidente Hosni Mubarak, cuyo gabinete fue cesado en medio de saqueos generalizados y 45 muertos a causa de la violencia callejera.
Mientras tanto, una multitud de decenas de miles en las calles y plazas céntricas de la capital reclamaba la renuncia del presidente, y prometía desafiar el toque de queda.
La presencia militar era escasa y los soldados no intervenían.
Un capitán del ejército se unió a los manifestantes, quienes lo alzaron sobre sus hombros. El oficial rompió un retrato de Mubarak.
PATRULLAJE. El acceso a las pirámides fue cerrado para los turistas (Foto: AP )
El viernes, los manifestantes incendiaron la sede central del partido gobernante, junto al Nilo.
Empero, al parecer no quedaron satisfechos con las medidas adoptadas por Mubarak para calmar sus ánimos. El mandatario, en el poder desde hace casi 30 años, cesó a su gabinete el viernes por la noche y prometió reformas, aunque muchos dudan que las adopte.
''Los que queremos es que se vaya Mubarak, no solamente su gobierno'', comentó el sábado Mohammed Mahmoud, uno de los manifestantes que acudió a la plaza principal de Tahrir. ''No cesaremos las protestas hasta que se vaya''.
Al comenzar el quinto día consecutivo de protestas, los militares ampliaron el toque de queda decretado el viernes en las tres ciudades más importantes y escenario de los brotes de violencia más graves: El Cairo, Alejandría y Suez.
La televisión estatal dijo que la medida se extenderá ahora desde las 4 de la tarde a las 8 de la mañana, frente al anterior de las 6 de la tarde a las 7 de la mañana, decretado el viernes por la noche aunque al parecer no fue hecho cumplir a rajatabla.
El acceso a Internet seguía bloqueado por segundo día consecutivo para evitar las protestas callejeras, cuyos integrantes usan las redes sociales a fin de organizarse. El servicio de telefonía móvil fue restaurado el sábado tras estar suspendido durante 24 horas.
Los funcionarios médicos dijeron el sábado que murieron 38 personas y 2.000 resultaron heridas desde el viernes, lo que sitúa el número de muertos en una semana por lo menos en 45.
Los funcionarios indicaron que entre los muertos en los dos últimos días de enfrentamientos hay 10 policías. Todos ellos hablaron a condición de guardar el anonimato por no estar autorizados a dialogar con los periodistas.
La represión policial fue intensamente criticada por la Casa Blanca, que incluso amenazó el viernes con reducir los mil 500 millones de dólares de ayuda si la fuerza pública egipcia aumenta los alardes de fuerza.
El presidente Barack Obama dijo en una conferencia de prensa que inmediatamente de su alocución a todo el país por televisión, llamó a Mubarak y le pidió ''medidas concretas'' para garantizar las libertados individuales e insistió que no fuera usada la fuerza contra los manifestantes.
''Estados Unidos continuará defendiendo los derechos del pueblo egipcio y trabajar con su gobierno en pos de un futuro más justo, más libre y más pacífico'', dijo Obama
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