La situación más crítica se presentaba en Teresópolis, una ciudad situada en montañas cercanas a Río de Janeiro, donde el número de fallecidos confirmados se situaba ya en 32, aunque se teme que irá en aumento a medida que avance el rescate.
Asimismo, el departamento de Defensa Civil consideró “grave” la situación en las localidades de Nova Friburgo e Itaipava, vecinas a Teresópolis, en las que se han registrado al menos cinco muertos.
Las autoridades admitieron que se trata solamente de “balances parciales”, que sólo podrán ser completados una vez que acaben las labores de los equipos de rescate.
Según cifras manejadas por algunos medios locales, no confirmadas aún en forma oficial, los muertos ya serían más de 44 en las varias localidades afectadas por el desastre.
El vicegobernador del estado de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, se desplazó a algunas de las zonas afectadas por las lluvias y, en declaraciones a la radio CBN, calificó de “desesperanzador” el panorama que observó desde un helicóptero.
“Quien se encuentre en un lugar seguro que intente no salir a la calle”, dijo Pezao, quien consideró lo ocurrido como una “verdadera calamidad”.
Los temporales que se abaten sobre Río de Janeiro siguen a los registrados este martes en el vecino estado de Sao Paulo, donde al menos trece personas murieron por causa de las inundaciones o los deslizamientos de tierra provocados por las lluvias.
La mayor preocupación de las autoridades paulistanas se centraba en la localidad de Franco da Rocha, en la región metropolitana de Sao Paulo y cuyo caso urbano permanecía por completo bajo las aguas.
Tanto en Río de Janeiro como en Sao Paulo, las autoridades de Defensa Civil han comenzado a preparar diversos cargamentos de ayuda humanitaria que serán distribuidos en las regiones más críticas, una vez que las condiciones del clima lo permitan.
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