La jornada de huelga general en Barcelona se ha saldado con 17 detenidos, 33 en toda Cataluña. Además, han habido 57 heridos en Cataluña, todos ellos leves. De todos ellos, 28 son Mossos d'Esquadra y uno más, es enfermero del Servicio de Emergencias Médicas (SEM). Durante la mañana los actos de protesta se han centrado en la céntrica de plaza Catalunya. Por la tarde, y aprovechando la manifestación convocada por los sindicatos mayoritarios en Paseo de Gràcia, de forma paralela algunos grupúsculos han incendiado contenedores hasta que han sido interceptados por los Mossos d'Esquadra en la plaza Urquinaona.
La Generalitat ha expresado su "rechazo y condena" a los episodios violentos que se han producido en Barcelona, desvinculándolos totalmente de la huelga general. En nombre del Gobierno catalán, la consejera de Trabajo, Mar Serna, ha lamentado que el 29-S "se haya visto contaminado por grupos de personas violentas y antisistema, que nada tienen que ver con los trabajadores y los sindicatos mayoritarios". Los actos vandálicos registrados en la capital catalana han sido provocados por elementos antisistema ajenos a las manifestaciones mayoritarias y a la acción de los piquetes informativos.
La Generalitat tendrá en "cuatro o cinco días" los índices de seguimiento de los paros, que en el sector público catalán, ha rozado el 15%, ha dicho Serna en rueda de prensa.
Mañana intensa
El centro de Barcelona ha estado más de ocho horas viviendo disturbios de forma casi ininterrumpida. Los alborotos los han provocado grupos ajenos a la convocatoria de la manifestación mayoritaria. Han comenzado a mediodía en la zona de Universitat, han continuado a partir de las dos en plaza de Catalunya y la Rambla durante el desalojo de la antigua sede del Banesto y se suceden ahora mismo durante la manifestación de los sindicatos mayoritarios. Policía y manifestantes violentos ajenos a la convocatoria mayoritaria se han lanzado pelotas de goma y piedras y han incendiado contenedores en la zona próxima al escenario donde debe terminar la manifestación.
Plaza Catalunya, epicentro de la movilización
Desde mediodía la policía autonómica ha blindado la plaza de Catalunya y la plaza de la Universitat, tras los disturbios producidos en distintos puntos del centro de la ciudad. Los Mossos d'Esquadra han rodeado la sede del antiguo Banesto, en la plaza de Catalunya, ocupada desde el pasado fin de semana por personas con estética antisistema con motivo de la huelga, pero ajenos a la convocatoria de huelga de los sindicatos mayoritarios.
Los antidisturbios han registrado el edificio y han identificado y desalojado a las 15 personas que lo ocupaban. El resto, hasta las 500 personas que estos días han llegado a dormir en el antiguo banco, estaban manifestándose en el momento. Durante las persecuciones que se han sucedido durante horas, en algunos momentos los agentes de policía han lanzado pelotas de goma bajo la mirada atónita de decenas de turistas. Los disparos han sido contestados con el lanzamiento de piedras y botellas de cristal. A escasos metros, en La Rambla, ha habido carreras de manifestantes y mossos. La jornada ha dejado, por ahora, 23 detenidos en Cataluña. Nueve de ellos por los incidentes en la plaza de Catalunya.
La policía autonómica ha confirmado que los manifestantes pertenecen a colectivos antisistema y, por tanto, no son piquetes de los sindicatos convocantes de la huelga, UGT y CCOO. "Actúan al margen de la protesta y la aprovechan para generar violencia", apuntan fuentes policiales. El pasado fin de semana, los antisistema decidieron avanzarse a la protesta y ocuparon la antigua sede de Banesto bajo el lema "¿Cuál es tu huelga?". Los ocupantes se identifican como miembros del Movimiento del 25, en alusión al sábado 25, cuando ocuparon el antiguo banco. El edificio, donde se construirán pisos de lujo, ha cambiado de titularidad siete veces en los últimos cinco años.
Mientras, un grupo de jóvenes que avanzaba desde la plaza de la Universitat hacia la Ronda de Sant Antoni ha protagonizado un choque frontal con los Mossos d'Esquadra que intentaban impedirles el paso.
Ante Fomento
En la avenida Catedral, los alborotadores han estado tirando piedras y objetos contra la policía. Han bloqueado el acceso a un parking, están incendiando todo lo que pueden y han montado una barricada. Los antidisturbios se han instalado en la zona, cerca de la sede de Fomento del Trabajo.
Se han roto varios escaparates, como el de la tienda de teléfonos móviles de la calle Jaume I y han saqueado el interior. Anteriormente, la tienda de Levi's del centro también ha sido desvalijada.
Vehículo quemado
Durante los disturbios de la mañana, un vehículo de la Guardia Urbana ha sido quemado, incidente por el que han sido detenidas cuatro personas. Algunos de los manifestantes han lanzado botellas y otros objetos contra las furgonetas de la policía autonómica y han roto algunos cristales de sus ventanas. Los alborotos los han provocado grupos ajenos a la convocatoria de la manifestación mayoritaria.
Aunque no han sido más de 50 los que se han encarado con los agentes, un testigo de los hechos estima que se han concentrado cerca de 500 personas y hablan de que los mossos han respondido a las provocaciones con una "carga policial leve". El mismo grupo, que llevaba banderas de la CGT, tiene prevista otra movilización a las 17 horas de hoy en los Jardinets de Gràcia. Varias calles adyacentes continuaban cortadas por contenedores tumbados a modo de barricada.
No eran los piquetes
La consejera de Trabajo de la Generalitat, Mar Serna, ha explicado ninguno de los arrestados formaba parte de piquetes informativos, y en algunos casos se trata de jóvenes antisistema. Cuatro de las detenciones han tenido lugar en Barcelona, seis más en Mataró, tres en Cornellà de Llobregat y dos en Girona. Pese a ello, Serna ha insistido en que la protesta se está desarrollando con "normalidad".
Estos datos son aún provisionales, y corresponden a disturbios previos a los que se han desarrollado a primera hora de la tarde, a resultas de dos concentraciones de manifestantes en el centro.
Los disturbios se han producido poco después de que los secretarios generales de los sindicatos CC OO de Catalunya, UGT de Catalunya y USOC, Joan Carles Gallego, Josep Maria Álvarez y Antònia Gil, respectivamente, se dirigieran a los piquetes. Su mensaje ha sido contundente: la huelga ha contado con un seguimiento de "más del 80% de los asalariados", de modo que el paro puede calificarse de "éxito". Álvarez ha centrado buena parte de su intervención en defender la labor de los piequetes, que, ha dicho, "han trabajado para cubrir los derechos de los trabajadores".
La defensa de los piquetes, muy criticados desde las patronales empresariales, ha sido férrea. Gil ha llamado a combatir "la corriente neoliberal que dice que los sindicatos están fuera de lugar".
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