BEIJING - (AFP) China continúa avanzado con sus planes para desarrollar un misil balístico diseñado para hundir portaaviones, informó el comandante del Comando Estadounidense del Pacífico en una entrevista publicada el martes.
El almirante Robert Willard dijo que creía que el programa chino de misil balístico contra barcos había alcanzado una "capacidad operacional inicial", lo que significa que se ha establecido un diseño utilizable, que será desarrollado después, reportó el diario japonés Asahi Shimbun.
Conocido entre los analistas de defensa como "asesino de portaaviones" el misil Dong Feng 21D cambiaría el espectro de seguridad en Asia, donde los grupos de batalla de los portaaviones estadounidenses han dominado las aguas desde que terminó la Segunda Guerra Mundial.
La particularidad del DF 21D es su capacidad de impactar un objetivo en movimiento con mucha defensa y hacerlo con una precisión exacta, una capacidad que los estrategas navales estadounidenses luchan por controlar.
Mar de dudas
Los componentes del sistema han sido probablemente diseñados y probados, pero las fuentes estadounidenses no han detectado que se haya hecho una prueba por encima del océano para ver qué tan bien puede impactar un barco en movimiento, dijo Willard.
Quizá se necesiten años de pruebas antes de que el misil pueda ser empleado a su capacidad total, agregó Willard. El misil requiere los más avanzados sistemas de guía y algunos expertos creen que le tomará a China alrededor de una década para que esto represente una amenaza verdadera.
El misil es considerado un componente clave en la estrategia de China para negar el acceso de los aviones estadounidenses a su costa y las aguas cercanas. La estrategia incluye sobreponer capas de sistemas de defensa aérea, equipo naval como submarinos y sistemas de misiles balísticos avanzados, unidos en una red de satélites.
As debajo de la manga
En su máxima capacidad el DF 21D podría ser lanzado desde tierra con una precisión suficiente para penetrar la defensa de los portaaviones en movimiento más avanzados, a una distancia de más de 1.500 kilómetros (900 millas).
El vocero del ministerio del exterior Jiang Yu dijo que los asuntos relacionados con las declaraciones de Willard deberían ser remitidos a las fuerzas armadas, pero reiteró la postura de China sobre que su expansión militar no amenaza a nadie.
"Puedo decir que China busca una política defensiva nacional. (...) No representamos una amenaza para otros países, siempre seremos una fuerza que vigila la paz regional y la estabilidad", dijo Jiang a los reporteros en una conferencia de prensa regular.
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