Las autoridades cariocas han decidido evacuar a los más de 1.400 residentes de 18 localidades de Nova Friburgo, cuyas viviendas están situadas en una zona calificada como de máximo riesgo por la alta probabilidad de que se produzcan nuevos desprendimientos de tierra a causa de las lluvias torrenciales que han caído la última semana sobre el estado de Río de Janeiro, en el sureste de Brasil.
"Tenemos una acción preparada con informes técnicos que demuestran que son zonas de riesgo y que de acuerdo a la legislación federal, estatal y municipal, jamás debería haberse construido ahí", dijo el coordinador de promociones de tutela colectiva estatal, Vinicius Lela Cavalheiro, al tiempo que indicó que aquellos vecinos que se nieguen a abandonar sus viviendas serán desalojados por orden judicial.
"Con la ley en la mano deberíamos demoler toda la ciudad porque no se permite la construcción en las laderas, pero ya que está establecido hay que evaluar lo que debe corregirse para evitar nuevas tragedias", agregó el funcionario.
La evacuación comenzará en el barrio Alto Floresta, controlado por grupos de narcotraficantes, por lo que las autoridades pronostican un arduo trabajo en esta zona, ya que tendrán que compaginar las tareas de rescate con las de seguridad. Se estima que allí será necesario desalojar a unas 266 personas.
Todos los evacuados serán trasladados a los refugios provisionales que se instalarán en las zonas seguras de la ciudad. Si bien, aquellos cuyas viviendas hayan quedado totalmente destruidas, deberán permanecer allí durante más tiempo, hasta que se les facilite un nuevo hogar.
El secretario estatal de Acción Social y Derechos Humanos, Rodrigo Neves, anunció la realización de un catastro en el que quedarán registradas las cerca de 6.000 personas que, según cifras oficiales, han perdido sus casas a causa del temporal. Todas ellas recibirán una ayuda de 500 reales (unos 223 euros) mensuales durante un año, informó el diario 'O Globo'.
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