Chávez dijo estar en búsqueda de oportunidades en el mundo entero y que venía a Portugal para tenderle la mano al país, actualmente en un momento difícil, al llegar al aeropuerto de Oporto, en el norte de Portugal.
El presidente venezolano se desplazó luego en coche hasta el astillero de Viana do Castelo (norte) donde se reunió con Sócrates.
Durante esta visita, Chávez firmó un acuerdo para la compra de dos asfalteros por unos 130 millones de euros (unos 180 millones de dólares) y se mostró interesado por la compra de un ferry destinado al transporte de pasajeros y de coches estimado en 35 millones de euros (49 millones de dólares).
En Viana do Castelo, el presidente venezolano también visitó una fábrica de turbinas eólicas y aplaudió el ejemplo portugués de apuesta por el desarrollo de las energías renovables a la vez que señaló que era necesario preparase para cuando no quede petróleo.
Chávez también firmó un acuerdo para la adquisición en los próximos tres años de 1,5 millones de ordenadores portátiles destinados a los escolares y fabricados por un consorcio portugués. Venezuela firmó ya en 2008 unos contratos similares.
Por su parte, el primer ministro portugués se felicitó por la mejora de relaciones comerciales entre los dos países.
“Estos acuerdos honran una amistad histórica”, afirmó Sócrates, a la vez que recordó que las exportaciones portuguesas hacia Venezuela pasaron de 17 millones de euros en 2007 a 122 millones el año pasado.
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