Más de media docena de coordinadoras boliviarianas, afines al régimen chavista, blindan el santuario de la banda en el país caribeño
Día 11/10/2010
El denominado «Colectivo de Refugiados y Deportados Políticos» en Venezuela, consolidado al amparo del régimen chavista como un potente «lobby», mantiene la línea «más dura entre las duras» de la dirección de ETA, a favor de la continuidad de la «lucha armada» y en contra de la presunta apuesta de Batasuna por «las vías exclusivamente políticas». En la actualidad Venezuela acoge a unos treinta etarras —una veintena reconocidos y el resto en la clandestinidad—, entre los que podrían figurar los cabecillas José Luis Eciolaza, «Dienteputo», y Eneko Gogeaskoetxea, que recientemente abandonaron la cúpula de la banda tras el implacable acoso en Francia de las Fuerzas de Seguridad.
REUTERS
El citado «Colectivo de Refugiados y Deportados Políticos», a cuya cabeza se encuentra el funcionario chavista Arturo Cubillas, se ha convertido en un auténtico grupo de presión que en la práctica tiene rango institucional y como tal reclama al Gobierno de Hugo Chávez que no colabore con España en materia de lucha antiterrorista.
En las últimas semanas ha prodigado sus impunes pronunciamientos. Primero, para apoyar el comunicado en el que ETA se negaba a decretar un alto el fuego permanente y verificable, como le solicitaban Batasuna y los «mediadores internacionales». Después, para arremeter contra el desmantelamiento de Askapena. Y, periódicamente, para transmitir que es el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero el culpable de que no se resuelva el «conflicto vasco», expresión de la lucha de liberación nacional» que libra un pueblo contra el «imperialismo español».
Medios de la lucha antiterrorista consultados por ABC subrayan que en este «colectivo» se atrincheran algunos de los etarras «más duros entre los duros». Ello porque llevan alejados de la realidad vasca desde hace mucho tiempo, y porque están influenciados por la Coordinadora Simón Bolívar, cuya referencia sigue siendo la «guerrilla» del Che Guevara. Y, por qué no, perciben que en el «paraíso caribeño» viven bien. Que se lo pregunten si no a los etarras que se esconden en Francia o España. Resulta significativo que el régimen chavista, tan reacio a tomar medidas contra el etarra en activo Arturo Cubillas, pese a que contra él hay desde hace seis meses una orden de busca y captura internacional por sus conexiones con las FARC, se apresurara, en cambio, a negar la entrada en Venezuela, el pasado mes de marzo, del dirigente de Askapena Walter Wendelin, que tenía previsto divulgar en aquel país la ponencia «Zutik» en la que los Otegi y compañía dicen apostar por las «vías exclusivamente políticas». ¿Estuvo Cubillas detrás de la devolución a España de Wendelin?
Durante estos días, la Coordinadora Simón Bolívar» celebra en su sede de Caracas unas jornadas con motivo del 43 aniversario de la muerte del «guerrillero heroico», a la que asisten representantes de la «izquierda abertzale» y, cómo no, simpatizantes de las FARC. Para la convocatoria los organizadores han elegido, a modo de testamento, una frase del homenajeado Che Guevara: «Creo en la lucha armada como única solución para los pueblos que luchan por liberarse». Esta Coordinadora, afín al régimen chavista, es la vanguardia, junto con el «Colectivo de Refugiados y Deportados Políticos», de una trama de grupos que simpatizan con ETA, cuando no actúan como auténticos cómplices de sus fechorías.
Movimientos bolivarianos
Entre estos destaca el «Colectivo de Solidaridad con Euskal Herria Pakito Arriarán», que toma el nombre del etarra muerto el 30 de septiembre de 1984 en un enfrentamiento entre el Ejército y la «guerrilla» salvadoreña. Cada vez que hay una operación contra ETA, ya sea en Francia o en España, este colectivo acusa al Ejecutivo español de llevar a cabo «una represión contra el pueblo vasco».
Especial protagonismo ha adquirido también en los últimos tiempos el «Movimiento Continental Bolivariano», a cuyo congreso constituyente celebrado en diciembre de 2009 acudieron representantes de la «izquierda abertzale» y de las FARC. Al consejo consultivo de este movimiento pertenece el ex dirigente de la Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS) Iñaki Gil San Vicente, que ha mantenido contactos con cabecillas de las FARC. La denominada Agencia Bolivariana de Prensa, más que difundir noticias, es una auténtica fábrica de propaganda para maquillar el terrorismo de ETA como una «lucha de liberación» y así facilitar la acogida en Venezuela de los etarras huidos. Una función similar desempeña el grupo editorial La Rosa Blindada.
«Cuarenta y tres años de siembra» reza la Coordinadora Simón Bolívar en alusión a los años transcurridos desde la muerte del Che. Y en ese terreno abonado que es Venezuela ETA está sembrando su nuevo «santuario», como ha quedado probado tras las detenciones de los pistoleros del «comando Imanol» Javier Atristain y Juan Carlos Besance, o cuando en marzo pasado fue detenido en Portugal el etarra Andoni Zengotitabengoa, que se disponía a volar al país caribeño. Con todo, es un viaje de ida y vuelta, porque el pasado febrero fue detenido en Francia, junto al cabecilla Ibón Gogeaskoetxea, Lorenzo Ayestarán Legorburu, tras más de veinte años en la retaguardia de Venezuela, donde había renovado su «licencia para matar» en España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario