06/12/10 - 20:11
El vocero de Postfinance, la filial bancaria del sistema postal suizo, dijo que el australiano “dio información falsa sobre su domicilio en Ginebra”, pero aseguró que recuperará el dinero y que no habrá represalias. Allí, recibía las donaciones para su sitio web.
Amenazas de muerte, pedido de captura internacional, aislamiento, son algunas de las cosas que rodean hoy la vida del australiano Julian Assange, quien desde algún lugar del mundo continúa publicando polémicos cables secretos emitidos por las embajadas de EE.UU. en el mundo y que están desatando un verdadero escándalo diplomático.
Tras las advertencias de Assange de revelar cables sobre Guantánamo y British Petroleum (BP) –que comprometerían aún más al gobierno estadounidense- si algo le sucede a él, a su familia o a su portal WikiLeaks, las estrategias para cercarlo se van agotando.
No obstante, Postfinance, la filial bancaria del sistema postal suizo, decidió cerrarle hoy una de las cuentas bancarias por “proporcionar información falsa sobre su domicilio”, explicó Alex Josty, el vocero de la entidad.
Esa cuenta era una herramienta clave de recaudación de fondos para el mantenimiento de la página WikiLeaks. Sin embargo, el vocero de la entidad bancaria aseguró que intentarán contactar a Assange para devolverle el dinero y añadió que no se tomarán represalias contra él por “haber engañado a las autoridades”. “Sólo cerramos su cuenta, eso es todo”, aseveró.
El revés dejó a Assange con unas cuantas opciones para recaudar dinero para su sitio, como un centro procesador de tarjetas de crédito suizo y cuentas en Islandia y Alemania.
Mientras tanto, los servidores en Suiza que dan curso a WikiLeaks fueron blanco de ataques cibernéticos. El dueño del proveedor del servicio de Internet PRQ para WikiLeaks, Mikael Vivorg, dijo que los mismos habían dejado de responder.
En un mensaje por Tweeter a sus seguidores, WikiLeaks confirmó que tenía problemas con sus servidores de PRQ: “Estamos investigando la causa”, dijo la organización.
Pese a los reiterados intentos por sacar de la web al cibersitio, desde WikiLeaks aseguran que poseen varios respaldos y que un ataque cibernético efectivo contra el PRQ no necesariamente anularía la página.
El portal suizo wikileaks.ch se ha encargado de tráfico de WikiLeaks en Internet después de que otro servicio en línea y proveedores de pago comenzaran a cortar sus vínculos con el portal.
El cibersitio ha atraído la atención de miles de visitantes en todo el mundo deseosos de enterarse los detalles revelados en los documentos diplomáticos secretos de Estados Unidos que Assange se encarga de difundir.
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