El candidato opositor a la Presidencia de Brasil, José Serra, aseguró que hoy es el día en el que el "pueblo habla" y calificó de "desigual" la contienda electoral, tras marcar su voto en Sao Paulo.
"Hoy quien habla es nuestro pueblo, no es la hora de que el político hable", declaró el abanderado del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) después de votar en un colegio electoral cercano a su residencia en el barrio Alto de Pinheiros, en Sao Paulo.
El candidato, que acudió a las urnas acompañado de su esposa Mónica Allende, su hija Verónica y su nieta Gabriela, añadió que su partido tuvo motivación durante la campaña electoral, pero matizó que "la batalla" fue "desigual" y dijo que lo esencial es "la esperanza y la confianza de las personas".
El comentario de Serra fue una aparente referencia al apoyo macizo del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva a la candidata oficialista Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT) y favorita en todos los sondeos.
"Esta es una de las bellezas de la democracia. El pueblo vota, el pueblo decide. Ahora vamos a esperar el resultado de todos los puntos del país", dijo Serra, quien mostró con los dedos la "V" de victoria en el momento de votar.
El candidato también estuvo arropado por el gobernador electo del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, el alcalde de la capital paulista, Gilberto Kassab, y el senador Aloysio Nunes.
Es la segunda vez que Serra disputa unas elecciones presidenciales. En 2002 fue derrotado en la segunda vuelta por Lula, quien consiguió la reelección en 2006.
Esta vez la favorita en todos los sondeos es Rousseff, elegida por Lula como su heredera política y a quien las encuestas atribuyen una intención de voto que oscila entre el 50 y el 56%. Mientras, Serra se situaría en el 43% de los sufragios, según los sondeos.
En la primera vuelta celebrada el pasado día 3, Rousseff se impuso con un 46,91% dos votos válidos, frente al 32,61% que obtuvo Serra
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