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PUBLICADO: 2 de noviembre de2010, a las 3:18 pm
PUERTO PRINCIPE -- Haití enfrenta la posible llegada de un huracán esta semana, en momentos en que el cólera se propaga por el interior del país y más de un millón de sobrevivientes del terremoto apenas cuentan con toldos de plástico o carpas para guarecerse. Un buque de la armada estadounidense, el anfibio Iwo Jima, se dirigía a Haití el martes para suministrar alivio en caso de que la tormenta tropical Tomás llegue avanzada la semana tal como se pronostica, posiblemente como huracán de categoría 2. La tormenta ya ha causado 14 muertes en el este del Caribe. Haití emitió su advertencia más severa para informar a la gente que podría tener que evacuar sus viviendas, aunque la mayoría no tenía dónde ir. Organizaciones de ayuda se aprestaban a hacer lo que pudieran, pero estaban escasas de suministros después de lidiar con la catástrofe del terremoto del 12 de enero. Tomás sería la primera tormenta grande que se desencadene sobre Haití desde el sismo que mató hasta a 300.000 personas y desplazó a millones de sus viviendas. También sería la primera tormenta tropical o huracán en Haití desde el 2008, cuando las tormentas Fay, Gustav, Hanna e Ike cayeron una tras otra en el término de un mes, dejando un tendal de casi 800 muertos y barriendo con el 15 por ciento de la economía. Aun antes de la llegada de Tomás escaseaban 150.000 toldos de plástico además de jabón, elementos de higiene, carpas de campaña, radios y sales de rehidratación oral para tratar el cólera, dijo el coordinador de asistencia humanitaria de las Naciones Unidas, Nigel Fisher. Las pilas de escombro y edificios semiderruidos del terremoto se ven por doquier en la capital Puerto Príncipe. La reconstrucción avanza a ritmo de tortuga sin los fondos de ayuda prometidos, incluso 1.150 millones de dólares comprometidos por Estados Unidos. Tomás tenía el martes vientos sostenidos de 85 kilómetros (50 millas) por hora, con vórtice a 570 kilómetros (355 millas) al sur de Puerto Príncipe, y un desplazamiento en dirección oeste a 17 kilómetros (10 millas) por hora. "Necesitamos refugios de emergencia. Necesitamos agua y suministros sanitarios. Y necesitamos tantos de ellos como sea posible antes de que golpee el huracán Tomás", dijo Fisher. Las provisiones de lonas y cuerdas que estaban en los depósitos se están usando para ayudar a la gente en los campos de refugio, dijo Imogen Wall, vocera de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU. Luego de debilitarse hasta transformarse en tormenta tropical el domingo en la tarde, Tomás giraba al oeste en el medio del Caribe y aún no representaba un peligro inmediato para la superficie terrestre. Pero se espera que la tormenta se fortalezca y se dirija a Haití. "Ahora mismo simplemente necesitan mantenerse atentos", dijo John Cangialosi en el Centro Nacional de Huracanes en Miami. "Esta es la etapa en la que hay que estar pendientes". Cuando era un huracán el domingo, Tomás causó al menos 14 muertes en el este del Caribe. El primer ministro de San Vicente, Ralph Gonsalves, describió el daño como "el peor del que tenían memoria". Las plantaciones bananeras, el principal producto de exportación de San Vicente, quedaron destruidas y casi 300 viviendas fueron dañadas. Cientos de residentes tuvieron que ser atendidos por heridas, en especial en Sandy Bay, en la costa noroeste de la isla. En Santa Lucía, Tomás azotó el sur de la isla, particularmente Vieux Fort, el segundo poblado de la isla. El lunes en la tarde, el primer ministro Stephenson King dijo que murieron 14 personas en Santa Lucía.
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