Nuevas declaraciones polémicas
Silvio Berlusconi.
"Mejor mirar a una chica guapa que ser gay". La última 'berlusconada', como se conocen en Italia a las recurrentes meteduras de patas el primer ministro, se ha hecho verbo esta la mañana en la Ferie de Milán. 'Il Cavaliere', sacudido por una nueva tormenta en las que se mezclan chicas menores de edad, sexo, supuestos abusos de poder y aparente tráfico de influencias, respondió con ese comentario homófono a quienes le echan en cara los excesos de sus vida privada. Una afirmación que inmediatamente ha suscitado una enérgica condena por parte de las organizaciones homosexuales italianas y de la oposición de centro-izquierda.
"De vez en cuando me ocurre que interrumpo mi trabajo y si de vez en cuando me ocurre que miro a la cara a una chica guapa, mejor mirar a una chica guapa que ser gay", fueron las palabras exactas que soltó el primer ministro.
Arcicay, el principal colectivo homosexual italiano, inmediatamente criticó la supuesta bromita del primer ministro, asegurando que se trataba de un chiste "gratuito" y "vulgar" con el que ofende "no solo a los homosexuales sino también a las mujeres".
"Esa frase es la expresión de una cultura machista, retrograda y ofensiva para los homosexuales pero también para las mujeres", se queja Paolo Patanè, presidente de Arcigay. "Es una frase que procede de una actitud de desprecio hacia la dignidad de las personas y que confirma el clima vergonzoso y grotesco en el que el primer ministro está hundiendo éste país. Berlusconi debe pedir perdón a todos, a los gays y a las mujeres, por una frase tras la cual se oculta una visión del mundo femenino que no corresponden al jefe de Gobierno de un país de la UE".
Respecto a la situación de los gays, en Italia no existe ley de parejas de hecho y todos los intentos por tratar de hacer una (los últimos se remontan a los tiempos Gobierno de Romano Prodi) han sido sistemáticamente torpedeados por la Iglesia. Además, son numerosas las agresiones que se han registrado en los últimos meses contra homosexuales a causa de su orientación sexual. Y los pocos gays de relevancia pública que han salido del armario (léase Dolce y Gabbana o Franco Zeffirelli) se proclaman católicos y en contra de los matrimonios gays.
"Berlusconi aún vive en la edad de piedra. O, peor: vive en la era de la discriminación racial, sexual, étnica y religiosa", sentencia el ex magistrado Antonio Di Pietro, líder de La Italia de los Valores. "Alguien tendría que recordarle que nuestro país ha rectificado el Tratado de Lisboa, donde se reconoce el derecho a la no discriminación basada entre otras en la orientación sexual. Ser gay es sólo un modo distinto de ser y no una condición de la que avergonzarse".
Sin embargo, es evidente que hay una parte de Italia que conecta con el mensaje machista y homófono de Berlusconi. La explicación, según apuntan los sociólogos, se encuentra en gran medida en la televisión, un poderosísimo medio de control de masas dirigido por 'Il Cavaliere' y que se empeña en transmitir una imagen estereotipada que presenta a las mujeres ligeras de ropa y llenas de curvas y a los gays como seres casi inexistentes y siempre patéticos.
"De vez en cuando me ocurre que interrumpo mi trabajo y si de vez en cuando me ocurre que miro a la cara a una chica guapa, mejor mirar a una chica guapa que ser gay", fueron las palabras exactas que soltó el primer ministro.
Arcicay, el principal colectivo homosexual italiano, inmediatamente criticó la supuesta bromita del primer ministro, asegurando que se trataba de un chiste "gratuito" y "vulgar" con el que ofende "no solo a los homosexuales sino también a las mujeres".
"Esa frase es la expresión de una cultura machista, retrograda y ofensiva para los homosexuales pero también para las mujeres", se queja Paolo Patanè, presidente de Arcigay. "Es una frase que procede de una actitud de desprecio hacia la dignidad de las personas y que confirma el clima vergonzoso y grotesco en el que el primer ministro está hundiendo éste país. Berlusconi debe pedir perdón a todos, a los gays y a las mujeres, por una frase tras la cual se oculta una visión del mundo femenino que no corresponden al jefe de Gobierno de un país de la UE".
Falta de igualdad, exceso de machismo
En ese sentido, conviene recordar que Italia sigue siendo uno de los países más machistas de Europa, donde las mujeres brillan por su ausencia en los consejos de administración de las empresas y en cargos de relevancia pública y donde las ministras (al menos las de Berlusconi) suelen llegar a serlo gracias a su cara bonita.Respecto a la situación de los gays, en Italia no existe ley de parejas de hecho y todos los intentos por tratar de hacer una (los últimos se remontan a los tiempos Gobierno de Romano Prodi) han sido sistemáticamente torpedeados por la Iglesia. Además, son numerosas las agresiones que se han registrado en los últimos meses contra homosexuales a causa de su orientación sexual. Y los pocos gays de relevancia pública que han salido del armario (léase Dolce y Gabbana o Franco Zeffirelli) se proclaman católicos y en contra de los matrimonios gays.
"Berlusconi aún vive en la edad de piedra. O, peor: vive en la era de la discriminación racial, sexual, étnica y religiosa", sentencia el ex magistrado Antonio Di Pietro, líder de La Italia de los Valores. "Alguien tendría que recordarle que nuestro país ha rectificado el Tratado de Lisboa, donde se reconoce el derecho a la no discriminación basada entre otras en la orientación sexual. Ser gay es sólo un modo distinto de ser y no una condición de la que avergonzarse".
Sin embargo, es evidente que hay una parte de Italia que conecta con el mensaje machista y homófono de Berlusconi. La explicación, según apuntan los sociólogos, se encuentra en gran medida en la televisión, un poderosísimo medio de control de masas dirigido por 'Il Cavaliere' y que se empeña en transmitir una imagen estereotipada que presenta a las mujeres ligeras de ropa y llenas de curvas y a los gays como seres casi inexistentes y siempre patéticos.
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