En varios países del continente, grupos de extrema derecha han obtenido progresos electorales recientes con base en discursos calificados como racistas, xenófobos o anti-islámicos por críticos y observadores.
Y en países como Francia o Italia el fenómeno ha alterado las plataformas políticas de los partidos mayoritarios, que temen perder respaldo popular en tiempos de crisis económica y angustia social.
Los expertos creen que las acciones recientes contra inmigrantes gitanos impulsadas en ambos países, y la prohibición de la burka islámica que acaba de aprobar el Parlamento francés, son un ejemplo de su respuesta a ese reto.
"Hay que mirar a los partidos políticos, pero también a las ideas, y veremos especialmente en Italia y en Francia que la influencia de los ideales de extrema derecha van mucho más allá de su reserva electoral", dijo el politólogo francés Jean-Yves Camus en diálogo con BBC Mundo.
Estragos
Los 20 escaños que obtuvo el partido Demócratas de Suecia (con 5,7% de los votos) causaron una protesta de miles de personas el lunes en Estocolmo, pero también el regocijo de los ultraconservadores europeos.
"Los pueblos comienzan a darse cuenta de que la globalización causa los mismos estragos en todas partes", sostuvo el eurodiputado francés Bruno Goldnish, de la alianza europea de grupos de extrema derecha.
Y además de Suecia, grupos de extrema derecha y anti-inmigrantes han logrado representación parlamentaria en otras naciones europeas como Austria, Bulgaria, Dinamarca, Hungría y Holanda.
En el caso holandés, el Partido por la Libertad (PVV) de Geert Wilders quedó tercero en las elecciones de junio con una plataforma anti-islámica y las encuestas sugieren que hoy podría ser la primera fuerza política del país.
La influencia de los ideales de extrema derecha van mucho más allá de su reserva electoral.
Jean-Yves Camus, politólogo
Entre sus iniciativas figuran una ley para detener a inmigrantes sin papeles y un proyecto para copiar la prohibición de la burka islámica que aprobó el parlamento francés la semana pasada.
Mientras que en Suiza todavía resuenan los ecos de la prohibición que los votantes impusieron a la construcción de minaretes islámicos en noviembre, en un referéndum impulsado por un partido local de derecha.
Refugio
Camus descartó que Europa viva una oleada política de extrema derecha y notó que en otros países del continente los partidos de esa ideología son virtualmente inexistentes.A su juicio, muchos europeos afectados por la crisis económica, o inquietos por la llegada de inmigrantes África y Asia, "buscan refugio" en propuestas de extrema derecha.
Analistas creen que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, pretende captar a nivel doméstico el apoyo de esos votantes con sus polémicas iniciativas para prohibir la burka o expulsar inmigrantes gitanos.
"Sería injusto decir que Sarkozy o su gobierno pertenecen a la extrema derecha", dijo Camus. "(Pero) como Sarkozy quiere ser reelecto en 2012, tiene que darle algo al electorado del (ultraderechista) Frente Nacional".
"Límites"
Para la centro-izquierda europea, a menudo defensora de los derechos de los inmigrantes, el desafío parece mayor: el número de países con gobiernos de esa orientación en la Unión Europea (UE) cayó de 11 a seis en la última década.Hay límites, que son los principios básicos sobre los cuales está fundada Europa, incluido el respeto de los derechos fundamentales.
Sergio Carrera, Centro de Estudios de Política Europea
Pero Sergio Carrera, del Centro de Estudios de Política Europea en Bruselas, destacó que Europa cuenta actualmente con instituciones y un marco jurídico que limita la acción de los gobiernos.
El choque de la semana pasada entre la Comisión Europea y Francia por la expulsión de gitanos tal vez fue una señal en ese sentido.
"Es un mensaje destinado a todos los gobiernos de la UE", dijo Carrera a BBC Mundo.
"Hay límites, que son los principios básicos sobre los cuales está fundada Europa, incluido el respeto de los derechos fundamentales", concluyó.
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