Las palabras del Gobernador del Valle, Francisco Lourido generó reacciones en la ciudad.
Muy temprano el gobernador encargado, Francisco Lourido, se encontró con dos nuevas calamidades producto del invierno en los municipios de Roldanillo y La Unión, en el norte del departamento.En medio de una entrevista radial el mandatario señaló que la situación en el Valle es crítica y no sería razonable celebrar mientras muchos de sus habitantes claman por ayuda.
Precisó además que la prioridad es atender la gran emergencia dejada por la ola invernal y no se puede pensar en ferias cuando las necesidades son tan grandes.
De inmediato sus palabras causaron reacción. Entre ellos, la del gerente de Corfecali, Leobardo Amú, quien consideró que pensar en cancelar un evento tan importante para la ciudad y el país no es la solución a la calamidad que se vive por la ola invernal.
"Me sorprende la declaración del Gobernador. Creo que a pesar de que existe una ola invernal que esta agobadiando a todo el país la Feria es una oprotunidad", dijo Amu.
Explicó que uno de los objetivos que se persigue con este evento es fomentar el turismo, dinamizar la economía, fomentar el empleo y contribuir al desarrollo de la industria cultural, pues la ciudad se convierte en un punto de encuentro y una marca de ciudad que reconocen propios y visitantes por su variada programación.
Durante la Feria se generan 60.000 empleos directos y unos 180.000 indirectos.
Recordó que precisamente tras la explosión del 7 de agosto de 1956 que causó un sinnúmero de muertes y destrozos la Feria de Cali surgió como una estrategia para fomentar la economía y sacar a los caleños del dolor y la depresión que vivieron.
"Lo que pienso es que suspender la Feria no es una solución, pero si una oportunidad para aprovechar esos cinco días de convocatoria para motivar a la comunidad para que no cese en su apoyo a quienes han resultado afectados con esta situación", dijo el gerente de Corfecali, entidad que administra y coordina la Feria de Cali.
Recordó además que la Feria es un evento de ciudad que está en cabeza del Alcalde y cualquier decisión entorno a ella debería ser concertada por los mandatarios local y regional.
Entre tanto, el Gobernador Lourido, dijo posteriormente que tras meditar sus palabras consideró que la feria número 53, debe ser una feria solidaria.
"Vamos a disfrutar y pensar en la gente que está sufriendo las inundaciones . Esta debe ser la feria de la solidaridad donde todas las personas tengan un momento para pensar y ayudar a estas personas que tienen tantos problemas y tantas dificultades", concluyó, el mandatario quien permanace en Roldanillo, donde un daño en el dique de protección del río Cauca afectó pobladores y cultivos de este y otros municipios del norte del Valle.
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