El acercamiento entre los dos países preocupa a los países suníes de la región
/ Agencias
Irán e Irak firmaron un acuerdo en Teherán para desarrollar y explotar nuevos yacimientos petroleros en la frontera común. Ambos países -considerados dos de los más ricos del mundo en reservas de crudo- concluyeron un contrato de servicios para el desarrollo conjunto de campos con hidrocarburos.
Irak e Irán han estrechado sus relaciones desde que en 2003 una coalición liderada por Estados Unidos invadió el país controlado entonces por Sadam Husein. Sin embargo, entre 1980 y 1988 Bagdad y Teherán libraron un cruenta guerra fronteriza ue tenía como uno de sus principales objetivos hacerse con el denominado Shatt al Arab, que permite la salida fluvial del crudo al golfo Pérsico.
Hasta la fecha se considera que Arabia Saudí es el primer país del mundo en reservas probadas de crudo si se tienen en cuenta sólo las convencionales. Por detrás, Irán e Irak mantienen una disputa desde la década de los 80 del pasado siglo, cuando Bagdad exigía tener una cuota igual a la de Teherán.
El acercamiento entre los dos países es cada vez más evidente en varios ámbitos y preocupa a los países suníes de la región, que han visto como Irak empezó a ser gobernado por los chiíes tras la invasión de EEUU. Síntoma de que las cosas están cambiando es la reciente vuelta a Irak del clérigo radical y símbolo de la resistencia chií a EEUU Muqtada al Sadr después de exiliarse durante tres años en Irán, país al que viajó para obtener la potestad de emitir fatuas (edictos islámicos).
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Irán e Irak firmaron un acuerdo en Teherán para desarrollar y explotar nuevos yacimientos petroleros en la frontera común. Ambos países -considerados dos de los más ricos del mundo en reservas de crudo- concluyeron un contrato de servicios para el desarrollo conjunto de campos con hidrocarburos.
Irak e Irán han estrechado sus relaciones desde que en 2003 una coalición liderada por Estados Unidos invadió el país controlado entonces por Sadam Husein. Sin embargo, entre 1980 y 1988 Bagdad y Teherán libraron un cruenta guerra fronteriza ue tenía como uno de sus principales objetivos hacerse con el denominado Shatt al Arab, que permite la salida fluvial del crudo al golfo Pérsico.
Hasta la fecha se considera que Arabia Saudí es el primer país del mundo en reservas probadas de crudo si se tienen en cuenta sólo las convencionales. Por detrás, Irán e Irak mantienen una disputa desde la década de los 80 del pasado siglo, cuando Bagdad exigía tener una cuota igual a la de Teherán.
El acercamiento entre los dos países es cada vez más evidente en varios ámbitos y preocupa a los países suníes de la región, que han visto como Irak empezó a ser gobernado por los chiíes tras la invasión de EEUU. Síntoma de que las cosas están cambiando es la reciente vuelta a Irak del clérigo radical y símbolo de la resistencia chií a EEUU Muqtada al Sadr después de exiliarse durante tres años en Irán, país al que viajó para obtener la potestad de emitir fatuas (edictos islámicos).
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