La pequeña había sido elegida recientemente presidenta del Consejo Estudiantil de la Escuela Elemental Mesa Verde, un hecho que le despertó su interés por la política
Christina Green, de nueve años, murió en el tiroteo de Tucson
Según declaraciones que hoy recoge la prensa local, sus familiares vieron su nacimiento como un signo de esperanza en medio de la tragedia que invadió Estados Unidos con motivo de los ataques contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono, en Washington.
Inteligente y preocupada por su entorno, la pequeña había sido elegida recientemente presidenta del Consejo Estudiantil de la Escuela Elemental Mesa Verde, un hecho que le despertó su interés por la política, según dijo su padre, John Greene.
"Era muy buena hablando en público. La veía fácilmente dedicándose a la política", dijo su padre a los medios.
Ayer sábado, decidió acudir con un vecino a escuchar a la congresista de su estado, Gabrielle Giffords, que sufrió un disparo en la cabeza y se encuentra en estado crítico.
La pequeña también resultó herida en el ataque y falleció en el hospital, en tanto que la persona que la acompañaba, y que sufrió cuatro disparos, ha sobrevivido.
La niña, según palabras de su madre, Roxanna Greene, "sólo quería ayudar a la gente e involucrarse en los temas que le interesaban". "Es muy trágico. Acudió al acto porque quería aprender, pero alguien con mucho odio en su corazón decidió quitar la vida a personas inocentes", agregó.
La niña procedía de una familia vinculada al béisbol. Su abuelo, Dallas Greene, fue un jugador de las Grandes Ligas, y posteriormente fue director de los Philadelphia Phillies en la época en que el equipo ganó la Serie Mundial, en 1980; y su padre está vinculado a Los Angeles Dodgers
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