Michael Becker, manager del jugador, aseguró que en la selección teutona existe una mafia gay que comanda los destinos del triple campeón del mundo
Todo es producto de una vieja pelea entre Ballack y Philip Lahm por la capitanía del equipo. Además Becker se refirió al grupo comandado por Lahm como de pobres, feos, sin talento, burocráticos, inhumanos y gay’s.
Para el técnico Joachim Low también hubo palo, pues el representante aseguró que el equipo renunció a la dureza característica de los teutones, lo que para él es un claro símbolo de homosexualidad.
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